Deben amontonarse en la suprema felicidad. No importan los pulmones, no quedan bien
en este tipo de retratos, así que no respiren. En este infierno no sirven los
cuchillos que tienen guardados en el corazón. Tampoco, en este tipo de retratos,
importan los cadáveres o los fantasmas, hagan como si estuvieran vivos, simulen que están bailando.
Usted, el de allá, el que baila con su sombra, deje de andar susurrando, en este tipo
de retratos no suena nada. Sigan hundiéndose, con gestos contraídos, en esta la postal de ustedes, los que no se van.
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